domingo, 29 de agosto de 2010

Algo que afectó.

¿Qué ocurrió días después del 27 de Febrero con la Avenida Matta?  Esto era lo que Ella se preguntaba  por el simple hecho de que no sabía nada  acerca de esa avenida, a pesar de que la transitaba todos los días, y además era entretenido buscar respuestas. Con esa idea metida en la cabeza agarró su libreta tomó el metro y llegó a su destino: Avenida Manuel Antonio Matta.

Notó que no estaba destrozada pero que si existían grietas en esas pequeñas casas de adobe en donde se ubicaban los locales comerciales y que hacían de la avenida un lugar vivo y transitado.

Caminar, caminar, caminar es  lo que más se hace al momento de ir en busca de respuestas.

Entró a los negocios… preguntando: ¿Cuáles fueron los efectos del terremoto? Los comerciantes comenzaban a hablar de sus casas, de lo que habían vivido y como lo habían pasado.  Pero Ella no necesitaba eso, necesitaba saber que había ocurrido pasados los días con los clientes, con las ventas… Pensó: “Existen diferentes rubros, por lo tanto cada uno debe haber tenido subidas y bajadas…”

Así conoció a la señora  Mariana que trabaja con muebles de madera: veladores, vitrinas y sillas.

“La gente vino a  buscar muebles más resistentes, porque todos se habían destrozados”.  Por lo tanto, en este caso, las ventas subieron. “Este es un trabajo esporádico, existen momentos altos y otros bajos, pero después de lo que vivimos, las ventas subieron demasiado en comparación  a lo normal”

Por ejemplo, si se vendían 20 muebles diarios, se terminaron vendiendo 50 muebles. Para el señor Francisco, esto representa un crecimiento de un 30%. “A casi todos se les rompieron los muebles, venían y compraban comedores y muebles para televisores”

Un lugar donde Ella creía que las ventas habían sido de una manera desmedida era en el negocio de las carpas. Ya que  sus conclusiones fueron: Si se habían caído casas, la gente tendría que haber buscado un lugar donde vivir: Carpas. Pero se equivocó.  “Las carpas no subieron en ventas…  Cómo nosotros solo hacemos a pedido, la gente no se daba el tiempo de esperar. Aparte, está el Homecenter y todas esas tiendas que venden carpas más baratas” le contó la señora Teresa Díaz, dueña de un local de carpas.

Al sentirse equivocada, quería encontrar un lugar donde hubiera ocurrido ese efecto… caminó y caminó y en una esquina divisó una ferretería donde también vendían cadenas para la nieve.

Entró, pero primero como clienta, luego cambió su rol a buscadora de respuestas.  “¿Uff, que efectos tuvo?… demasiados. La gente quería prepararse, entonces compraba pilas, bidones de agua, coolers para la comida y neveras…  Incluso, el stock de linternas y pilas se me acabó más rápido de lo normal”  Le contaba la señora María Luz. Se quedó hablando con ella y de repente apareció la mamá de la dueña… Comenzó a decir: Todo es producto de Dios, hay que tener confianza en él,  porque por algo suceden las cosas. Y finalizó con un espero que le vaya bien ‘mijita’.

Agradeciendo la información que le entregaron, se fue a sentar a los bancos y pensó que está avenida tenía mucho que entregar y conocer acerca de ella.

jueves, 19 de agosto de 2010

Avenida Matta: Algo más que un barrio comercial. Una tradición

¿Quieres arreglar tus zapatos?, ¿Buscas muebles de madera?, ¿Deseas una farmacia más económica?, ¿No encuentras un servicio técnico de televisión?, ¿Te vas de camping, pero no tienes carpa?... Existe un solo lugar donde puedes encontrar todo esto… ¡y mucho más!

Si, de verdad parece un aviso publicitario, pero así es la Avenida Matta. Se nutre a partir de todos esos tipos de locales que la recorren por ambos costados. Toma vida propia al momento de ser la calle comercial transitada por cientos de vehículos diariamente toda la semana.

Nace como la vía principal de entrada hacia la ciudad de Santiago construida entre los años 1872 y 1875, por lo tanto comenzó siendo un barrio residencial popular, es decir, se comenzaron a lotear las primeras quintas y así la gente comenzó a llegar desde otros puntos de la capital para vivir en ese sector. Mientras fue pasando el tiempo este barrio fue cambiando su estructura y también el mismo fin que tenía. Paso de ser barrio residencial a barrio comercial, lo que implica una mayor cantidad de público diariamente.

La farmacia Nobel lleva 100 años funcionando y en su interior acogió a la primera química farmacéutica del país. Por no ser una farmacia de cadena, las que estamos acostumbrados a ver, sus precios son más bajos. Se ha mantenido vigente debido a la presencia de hospitales cercanos y a la misma comunidad residencial que aún habita ese barrio. También mantiene sus tradiciones e intenta no desaparecer.

El Sr. Rene Ambuchi, nació en ese barrio hace 62 años. Su padre trabajaba en una mueblería y ahora él está a cargo. Ese es su sustento diario. Por lo tanto, ese local lleva más de 70 años funcionando. Los clientes siempre son los mismos y a la vez también llegan nuevos clientes. La propia comunidad confía en el trabajo de ellos. Tampoco hay un problema al trabajar en un lugar donde existen más locales comerciales con el mismo rubro. Para ellos significa una mejor opción ya que así tienen la mejor capacidad de crecer y mejorar en lo que están fallando porque al notar que los demás tienen mayor cantidad de clientes, se dan cuenta que algo no funciona bien y deben buscar la forma de atraerlos. El trabajo de la mueblería comenzó con solo un carpintero que se dedicaba a eso, luego sus vecinos fueron notando que el trabajo tenia buenos resultados por lo que decidieron imitarlo, y así se fue reconociendo a la Av. Matta como el lugar de los muebles.

Al seguir recorriendo, se puede notar la presencia de una sola reparadora de calzado. Francisco González es el dueño y encargado de atenderla. Funciona hace 26 años y se mantiene vigente debido a que ha sabido mantenerse e ir evolucionando a medida que el barrio lo iba necesitando. Indica que sus clientes prefieren ir para allá a pesar de que no sean del barrio, porque saben que hace bien su trabajo. Además la voz se va corriendo y llega a los oídos de amigos, los cuales les indican donde existe una buena reparadora de calzado. También al trabajar en una avenida y no en una calle su negocio es más conocido y de mayor publicidad, porque no está, de cierta manera, limitado al lugar en donde trabaja.

Teresa Diaz es una de las dueñas de Carpas Hidalgo. Se dedican a confeccionar toldos, quitasoles, todo tipo de carpas, incluso unas especializadas para la minería. Funcionan hace 30 años y a medida que pasó el tiempo, fueron creciendo hasta transformarse en una de las pocas fábricas de carpas nacionales. En 1985 este rubro sufre una crisis debido a la aparición del Homecenter Sodimac, para ellos significaba una competencia desleal, ya que se preferían los productos más baratos y debido a eso, actualmente, ya no comercializan carpas iglú, dentro de esas grandes tiendas comerciales se pueden encontrar, por lo tanto ya no significa un negocio.

El servicio técnico electrónico aparece en el momento en que estos aparatos se comienzan a masificar, por lo tanto comienza a existir la necesidad de que alguien los arregle. Dentro de esta avenida existe más de un servicio técnico. Juan Romero, trabaja en este rubro hace 30 años e indica que el éxito comercial de la avenida se debe más que nada a la cantidad de autos que recurren el lugar y los letreros que esos mismos automovilistas observan al pasar. Por lo tanto, mientras más llamativos y creativos sean los letreros mayores serán los resultados económicos del negocio. Tampoco para él, al igual que los mueblistas, significa un problema trabajar en el mismo vecindario con competencia, ya que cada persona trabaja de manera diferente y atrae de distintas maneras a sus clientes.

Pero también, existen otros tipos de rubros: se venden frutos secos, existen restaurantes de comida rápida, hay un café con piernas, repuestos, zapatería, venta de todo tipo de cajas y plásticos, quioscos, un local solo con artículos de enfermos y colegios… formando cada uno de ellos las historia de su barrio y marcando la diferencia entre los demás locales comerciales que están allí mismo.

Cada uno de estos negocios se enfrenta diariamente a no saber qué ocurrirá el día de mañana con esa avenida. Algunos quieren mejorar su funcionamiento, mientras que otros opinan que está funcionando bien, que no se le debe cambiar nada porque esa es su esencia. Cada cuadra de este barrio tiene su propio negocio por lo que marca la diferencia con las demás avenidas del centro de Santiago. Tiene su sello propio y eliminarlo dentro de la historia de Santiago, será imposible.